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Datos no estructurados: cómo convertirlos en valor

14 de agosto de 2024

Las empresas gestionan menos de un tercio de datos no estructurados, que incluyen comentarios en redes sociales, alertas de sensores y elementos multimedia, entre muchísimos otros. Claves para ponerlos a disposición del negocio. 

Un posteo del cliente en las redes sociales. El dato de un sensor. La geolocalización de un dispositivo. Una foto. Un audio. Un correo electrónico. Un documento comercial.

El video de una cámara ubicada en una tienda. El pronóstico del clima. El resultado de un sistema de aprendizaje automático o de inteligencia artificial… Las fuentes de datos son infinitas. Pero todos tienen algo en común: se pueden convertir en valor para el negocio. 

Los llamados “datos no estructurados”, es decir, aquellos que no tienen un formato predefinido por un modelo de datos (y, por lo tanto, no se almacenan en una base de datos relacional) crecen a gran velocidad.

IDC estima que para 2025 habrá 175 zettabytes de datos a nivel global (para hacer las cuentas, hay que pensar en un 175 seguido de veintiún ceros) y que el 80% de eso corresponderá a datos no estructurados. 

La consultora de mercado Forrester afirma que los datos no estructurados gestionados por las empresas se duplicarán en 2024.

Esto es una buena noticia: hasta el momento, las organizaciones son capaces de leer y aprovechar menos de un tercio de este tipo de datos. 

Un desafío de gestión 

Si bien representan una oportunidad enorme para las organizaciones, la gestión efectiva de los datos no estructurados también presenta múltiples desafíos, en especial para las empresas que se apoyan en enfoques tradicionales de gestión de datos.  

Es necesario incorporar nuevas miradas, incluyendo por ejemplo estrategias de escalado (un dato no estructurado puede ser un archivo de unos pocos kilobytes, pero también uno de varios terabytes) y, fundamentalmente, de colaboración: cuanto mayor es la capacidad de una organización de hacer que estos datos se compartan, mayor será el valor que se obtenga a partir de ellos. 

Los datos estructurados nacieron para esto: su naturaleza organizada hace que sea sencillo almacenarlos, manipularlos, procesarlos y consultarlos.

Y no hace falta ser experto ni científico de datos: cualquier usuario de negocios con la herramienta adecuada puede acceder a todo lo que necesita en el momento oportuno. Pero, como mencionamos, no todo puede encajar en una estructura predefinida. 

Aquí entra la ventaja de los datos no estructurados: se almacenan en su formato nativo, por lo que se pueden emplear de manera flexible para un número más amplio de casos de uso. Por otra parte, como no es necesario hacerlos “encajar” en la estructura, la recopilación suele ser más rápida. 

El lado oscuro de los datos no estructurados 

Entre los datos no estructurados que las empresas no explotan aparece un subconjunto por demás curioso, que suele denominarse dark data

Gartner los define como “activos de información que las organizaciones recopilan, procesan y almacenan durante las actividades comerciales regulares, pero generalmente no se utilizan para otros fines (por ejemplo, análisis, relaciones comerciales y monetización directa)”. 

Filmaciones de cámaras de seguridad, grabaciones de llamadas con los clientes o intercambios de correos electrónicos con proveedores son tres ejemplos, entre muchísimos, de datos que caen en esta categoría.  

Una estrategia de gestión de datos no estructurados, por lo tanto, ofrece este beneficio adicional: el de hacer un discovery de este enorme volumen de información que la empresa ya dispone, por el que ya incurre en costos (al menos, el de almacenamiento) y que ahora puede transformarse en beneficios para el negocio. 

El camino hacia el futuro 

En los datos no estructurados -tanto los que están visibles desde siempre como los que conforman esa nebulosa fuente de dark data- está la llave para generar un impacto significativo y sostenible para el negocio.

Las empresas que logren “dominarlos” podrán lograr una mejor experiencia al cliente, mayores niveles de personalización, una productividad sin precedentes, eficiencia en todos los sectores de la organización y hasta anticipar las necesidades cambiantes del mercado y los consumidores. 

Según el mencionado estudio de Forrester, las empresas que inviertan ahora en análisis y gestión de datos no estructurados obtendrán una ventaja competitiva, en especial a partir de la presencia de la IA generativa y los modelos lingüísticos capaces de mostrar tendencias que cambian las reglas del juego a partir de fuentes no estructuradas.  

La consolidación de herramientas como Microsoft PowerBI y Microsoft Fabric están haciendo fácil lo difícil.

Con el acompañamiento de un socio tecnológico adecuado, las empresas pueden dar un paso decisivo hacia el futuro.

Tener datos no estructurados sin gestionar es equivalente a disponer de una mina de oro sin explotar. 

Tu organización puede comenzar ya mismo a obtener valor de sus datos no estructurados.

Te invitamos a conocer nuestros servicios de soluciones de datoshttps://www.practia.uy/soluciones-datos.

Y te recordamos que nuestros expertos están esperando tu contacto para comenzar a ayudarte: https://calendly.com/j-odela/30min

FAQ sobre datos no estructurados:

¿Qué diferencia hay entre datos estructurados y no estructurados?

A diferencia de los datos estructurados, que cuentan con una definición clara, los datos no estructurados no tienen una estructura definida. En vez de estar organizados en campos con un formato específico, los datos no estructurados pueden presentarse en diversas formas y tamaños.

¿Qué son los datos sin estructura?

No estructurado significa simplemente que se trata de conjuntos de datos (colecciones grandes típicas de archivos) que no se almacenan en un formato de base de datos estructurado. Los datos no estructurados tienen estructura interna, pero no están predefinidos por modelos de datos.




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