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IA en salud: una ventaja competitiva para instituciones y pacientes 

15 de diciembre de 2025

7 minutos de lectura

La inteligencia artificial se consolida como un aliado estratégico para el sector salud: optimiza la gestión, acelera diagnósticos y mejora la experiencia del paciente, convirtiéndose en un diferencial clave para instituciones públicas y privadas. 

La IA está transformando la forma en que se diagnostica, se gestiona y se brinda atención médica. Su incorporación en Uruguay avanza con fuerza y abre una oportunidad estratégica para modernizar procesos, elevar la calidad de servicio y mejorar la accesibilidad en todo el sistema de salud. 

Desde la mirada de Practia, este momento marca un punto de inflexión. 
La IA permite mejorar procesos, anticipar necesidades y tomar decisiones con mayor precisión. El verdadero valor está en liberar tiempo para el cuidado humano”, explica Gonzalo Macedo, CEO de Practia Uruguay. 

El impacto no reside únicamente en la tecnología en sí misma, sino en su capacidad para generar bienestar real con intervenciones más oportunas, menos tareas administrativas y equipos clínicos más enfocados en el paciente. 

En el plano local, esta tendencia se acompaña de una inversión creciente. Según el Departamento de Comercio Exterior de los Estados Unidos, el gasto en salud en Uruguay representa hoy el 9% del PBI y podría llegar al 10% en 2027, unos US$ 11.000 millones.  

Cómo la IA optimiza la gestión hospitalaria 

El sector salud opera históricamente con recursos limitados y una alta demanda. Frente a esa realidad, las herramientas basadas en IA permiten gestionar de manera más eficiente y generar beneficios directos para instituciones y pacientes. 

Los sistemas inteligentes optimizan la agenda de los profesionales, reducen las superposiciones y acortan los tiempos de espera. A su vez, modelos predictivos anticipan la demanda de camas, insumos y dotación de personal según estacionalidad o comportamiento epidemiológico. 

En paralelo, la automatización disminuye la carga administrativa, especialmente en tareas repetitivas o propensas a errores, liberando tiempo valioso para que los equipos clínicos se enfoquen en lo que realmente importa, el cuidado. 

Un paciente mejor atendido desde el inicio 

En el corazón de la salud digital hay un objetivo claro, mejorar la atención y la experiencia del paciente. 

Asistentes virtuales y chatbots resuelven consultas simples, agilizan derivaciones y simplifican trámites cotidianos. Esto permite descongestionar canales tradicionales y brindar respuestas más rápidas y accesibles. 

La telemedicina potenciada por IA amplía el acceso, especialmente en zonas rurales o descentralizadas. Durante una consulta remota, los profesionales pueden apoyarse en herramientas que identifican síntomas, sugieren diagnósticos preliminares y recomiendan tratamientos basados en evidencia, asegurando criterios de calidad homogéneos en todo el territorio. 

Diagnósticos más rápidos y detección temprana 

La IA aporta un valor diferencial en el análisis de grandes volúmenes de datos clínicos. 

Los modelos avanzados de machine learning identifican patrones en imágenes médicas y ayudan a los radiólogos a detectar enfermedades en etapas iniciales, especialmente en oncología. Asimismo, permiten predecir riesgos de enfermedades crónicas a partir de historiales médicos y datos epidemiológicos. 

Estas capacidades habilitan intervenciones preventivas más efectivas, reducen costos y elevan significativamente la calidad de vida de los pacientes. 

El avance hacia una medicina personalizada 

La inteligencia artificial impulsa una nueva etapa en la personalización de tratamientos, ajustándolos al perfil clínico y genético de cada paciente. Esto ya sucede en múltiples áreas terapéuticas, donde es posible recomendar medicamentos y dosis más precisas, aumentando la efectividad y reduciendo efectos adversos. 

Esta evolución cobra mayor importancia si consideramos la brecha global de acceso a la salud. El World Economic Forum estima que 4.500 millones de personas no cuentan con servicios esenciales de salud y que para 2030 habrá un déficit de 10 millones de trabajadores en el sector. La tecnología permite escalar capacidades sin comprometer la calidad del cuidado. 

Desafíos y adopción responsable 

La incorporación de tecnología también plantea desafíos: proteger los datos médicos, capacitar a los equipos clínicos y garantizar decisiones éticas, auditables y transparentes. En este camino, contar con un socio tecnológico especializado resulta fundamental para capturar el valor de la IA y minimizar los riesgos. 

En Practia contamos con un equipo experto en inteligencia artificial y una amplia trayectoria acompañando a instituciones de salud en Uruguay. Esto nos permite diseñar, implementar y escalar soluciones que optimizan la gestión, mejoran procesos clínicos y elevan la calidad de atención. 

Adolfo Castelo, Sr. Developer de Practia, lo resume así: 
“Como desarrollador de software, veo de primera mano cómo la inteligencia artificial impacta positivamente en la atención médica. No solo automatiza procesos o reduce costos, sino que brinda herramientas que mejoran la calidad de vida de los pacientes. Desde sistemas que apoyan diagnósticos hasta modelos que personalizan tratamientos, estamos en un momento clave donde la tecnología puede marcar la diferencia. El desafío es seguir desarrollando soluciones innovadoras, útiles y responsables para pacientes, médicos y todos los involucrados.” 

La IA no reemplaza la labor humana, la potencia. En los próximos años, veremos una atención más precisa, eficiente y accesible, con beneficios concretos para instituciones y pacientes. 

Fuentes: Word Economic Forum, International Trade Administration

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