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Desarrollo de aplicaciones en la nube con Azure

16 de julio de 2024

Claves para crear hoy las soluciones confiables, seguras e innovadoras que llevarán tu organización hacia el futuro.

En lo inmediato, la nube dejará de ser una opción o un factor diferencial para las empresas y pasará a convertirse en una necesidad. No se trata de una frase hecha: la consultora de mercado Gartner estima que esto ocurrirá efectivamente hacia 2028. 

En este contexto, el desarrollo de aplicaciones en la nube con las herramientas del ecosistema de Microsoft Azure se convierte en el camino imprescindible para las empresas que realmente quieran llevar su negocio hacia el futuro. 

Por lo pronto, permite llegar al mercado más rápido. Un factor fundamental en un mundo que se mueve a una gran velocidad y en que los cambios se producen de manera disruptiva y sin previo aviso. La consultora de mercado Forrester midió que con este conjunto de herramientas las nuevas aplicaciones demoran un mes y medio menos en estar listas y que la eficiencia de los desarrolladores se incrementa en un 25%. 

Otro beneficio es la disponibilidad: de acuerdo al mismo estudio, se reduce hasta un 25% en el tiempo de inactividad de la aplicación. También permite una escalabilidad segura, seguridad integrada (incluyendo detección avanzada de amenazas) y altos niveles de integración con diferentes entornos y plataformas. 

El poder de la inteligencia 

La inteligencia artificial (IA) generativa está cambiando las reglas del juego. Según estimaciones de una importante consultora, tiene el potencial para sumar entre US$2,6 y US$4,4 billones anuales a la economía. ¿Cómo no contemplarla en los próximos desarrollos? 

Azure OpenAI Services simplifica la integración de esta tecnología, para crear, por ejemplo, experiencias inéditas para los clientes a través de copilotos o asistentes virtuales, con interacciones siempre significativas y relevantes.  

Otros casos de uso son: la conexión de dispositivos inteligentes para análisis de inventario o mantenimiento predictivo de instalaciones, la capacidad de descubrir información valiosa para la toma de decisiones en grandes volúmenes de datos, la creación de sistemas de recomendación personalizados en base a los comportamientos y los hábitos de los clientes o la detección de fraude en tiempo real, por citar apenas algunos. 

Es interesante destacar el rol de Azure Cosmos DB, que potencia aplicaciones inteligentes con datos de alto rendimiento y en tiempo real, ingeridos y procesados a cualquier escala. 

Nacida para el cloud 

El modelo de desarrollo cloud native, totalmente apalancable desde el ecosistema Microsoft Azure, propone desde el mismo inicio del proceso de desarrollo contemplar las cualidades de la nube para optimizar sus beneficios.  

Pero, además, este esquema tiene sus propias ventajas. Por ejemplo, permite una entrega rápida y una gran agilidad, ya que el desarrollo se puede dividir en microservicios: componentes más pequeños y flexibles, cada uno con su propia función, que pueden ejecutarse y actualizarse de manera independiente. 

En el corazón de este esquema se encuentra DevOps (acrónimo para “desarrollo” y “operaciones”), un conjunto de prácticas ágiles sin las cuales el cloud native no sería posible. Dentro de estas prácticas, CI/CD (integración continua / entrega continua) es fundamental para crear, implementar y lanzar software rápidamente y sin afectar a usuarios finales ni a otros desarrolladores. 

Por último, las aplicaciones cloud native se empaquetan, generalmente, en contenedores (como los que proponen los servicios de Azure Kubernetes): entornos aislados que contienen todo lo necesario para que se ejecuten de manera consistente. 

Impacto en el bottom line 

En general, cuando se analizan nuevas tecnologías o herramientas de desarrollo, es importante centrar el enfoque en cuál será el beneficio real que ofrecerá para el negocio. 

De nuevo Forrester nos ayuda con nuestros cálculos. En un estudio que se concentró en analizar el impacto del desarrollo con el ecosistema de herramientas de Microsoft Azure bajo el modelo cloud native, detectó que, a tres años, se refleja un 25% de incremento en ingresos, vinculado con el rápido time to market y la capacidad de los desarrolladores de centrarse en la diferenciación del producto en lugar de aspectos técnicos. 

No sólo eso: los gastos operativos disminuyen un 70% y la estabilidad de las aplicaciones crece un 65%. Incluso, se reduce la rotación de los desarrolladores en un 30%, lo que redunda en menores costos de captación y capacitación y en la ausencia de dolores de cabeza en un mercado caracterizado por la escasez de recursos con este tipo de habilidades. 

El ecosistema de herramientas de desarrollo para la nube de Microsoft Azure nos propone un verdadero -y acelerado- viaje en el tiempo: el de construir ya mismo las aplicaciones que nos harán crecer en el futuro. 

Si te interesa que tu organización comience a obtener los beneficios de desarrollar en la nube con Microsoft Azure, podés cotizar tu proyecto a través de [email protected] 




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